martes, 8 de marzo de 2016

ODISEA EN AMÉRICA (EPISODIO #91)


¿Quiénes son?, susurraba a mi oído. No podía hilvanar las palabras. Encima mi lengua estaba como anestesiada. Me concentraba, mi cerebro inquieto perseguía calcular cada movimiento. Las jodidas criaturas recorrían el pasillo. No se detenían. Astor no maullaba. Apenas ronroneaba. Nos había delatado, como mis manos que caprichosas ponían de manifiesto mi desenfrenado nerviosismo. ¿Qué culpa tenía el gato de todo lo malo que nos estaba ocurriendo? No soltaba el cuchillo. Me sentía un justiciero. No pensaba meterlo en mi bolsillo ni aunque me amputaran los testículos. De pronto no se oían ruidos, ni siquiera esos chirridos insoportables que tanto pánico nos habían imbuido.